Este mes de mayo, del que ya vemos su final, tenemos tanto que agradecer a nuestra Madre María. El beato Juan Pablo II siempre confió en ella y ahora goza de su presencia en el cielo e intercede por nosotros. Pidamos a María que nos acompañe todos los días con el rezo del santo rosario.
ESTE ES EL SECRETO
"Pienso en todos vosotros,
hermanos y hermanas de toda condición,
en vosotras, familias cristianas;
en vosotros, enfermos y ancianos;
en vosotros,
jóvenes:
Tomad con confianza entre las manos el Rosario,
descubriéndolo de nuevo
en el contexto de la vida cotidiana.
¡Que este llamamiento mío no sea en balde!"
Juan Pablo II
16. Octubre. 2002
16. Octubre. 2002
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