La visita de Bienvenido Gazapo el pasado mes de Noviembre, fue un soplo de aire fresco para nuestro grupo. Vino a celebrar con nosotros la fiesta de “Jesucristo, Rey eterno y Señor universal”.
Teniendo de telón de fondo la reciente visita del papa Benedicto XVI, Bienvenido nos comentó en una primera tertulia las palabras del Papa durante estos días: la preocupante pérdida del sentido de lo sagrado en nuestro mundo de hoy, que ha dejado vacío al hombre, sin ninguna referencia; la necesidad de un renovado empuje misionero, abierto al don de la gracia; la necesidad del hombre de una profunda experiencia de Dios; la crisis de Europa, es una crisis de los cristianos de Europa…..
Para los discípulos que quieren seguir e imitar a Cristo, el servir a los hermanos ya no es una mera opción, sino parte esencial de su ser: “en todo amar y servir” como dice San Ignacio.
En el retiro espiritual vimos la necesidad de contemplar a Jesús, no como una normativa moral, o una ideología, sino como una persona: que ha penetrado de modo único e irrepetible en el misterio del hombre; que manifiesta plenamente al propio hombre y le descubre la sublimidad de su vocación; suyo es un amor que no retrocede ante nada, es más grande que el pecado, es misericordia….
¿Realmente es Cristo nuestro Señor? Dejémonos transformar por Él. Abrámosle la puerta de nuestro corazón y Dios actuará a través de nosotros.
Somos llamados a la santidad, no a vivir un cristianismo de prácticas religiosas más o menos estéticas y piadosas, sino a intimar con Jesucristo y a vivir su vida en nosotros. Podemos rezar mucho, ir a misa todos los días, leer lecturas piadosas,…., y no conocer a Cristo. La gran crisis de Occidente es una crisis de santos, es decir de fe, de creernos que esto del Evangelio es verdad y que el Crucificado ha resucitado.
Abramos nuestras puertas y dejémonos hacer por Él.
Gracias, Bienvenido, por recordarnos todas estas cosas. Ahora, a ponerlas en práctica.
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